La Fundación para Personas con Discapacidad de Menorca, gracias a la Fundación “la Caixa” y al Programa Incorpora, ha llevado a cabo un nuevo curso con el objetivo de formar a alumnos con dificultades de empleo. Este plan, enfocado a las labores del campo, ha brindado nuevas competencias para afrontar con éxito la inserción laboral. La mayoría de personas que han participado, son atendidas desde los servicios de Fundación, y el resto, provenían de Cáritas, y de otros recursos o entidades afectadas por otras problemáticas de exclusión social.
El curso se ha diseñado de forma conjunta entre el Programa Incorpora de la Fundación, con la implicación y esfuerzo del técnico de inserción, Josep Anglada, y las empresas del sector agrícola de Menorca, con especial colaboración de Cáritas a través del proyecto “Árboles de Algendar”, con los formadores Tomeu Truyol y Anna Porta y también de la Cooperativa del Campo a través del programa “Vive el campo de Menorca”, con la formadora Llúcia Pons.
Se ha dividido en tres bloques principales: formación en competencias transversales y digitales (30h); formación en competencias técnicas (60h) y módulo de prácticas en la empresa (80h).
Josep Anglada: "Se trata de buscar nuevos espacios de empleo y nuevas oportunidades, ofreciendo alternativas viables y sostenibles que puedan mejorar y transformar las perspectivas sociales e individuales actuales"
Júlia Fernández, formadora de la entidad, ha impartido las competencias transversales, que son todos los conocimientos que no aparecen en el CV (actitud hacia el trabajo, trabajo en equipo, cohesión de grupo, fomentar la autoconfianza, etc...); siendo a la vez la tutora del grupo de alumnos y ofreciendo el soporte pedagógico y atención a la diversidad.
"Durante el curso se ha intentado que todas las personas puedan identificar y potenciar aquellas capacidades necesarias para conseguir y mantenerse en un trabajo. Crear un espacio de confianza donde poder trabajar la comunicación, gestión emocional, responsabilidad, adaptación al entorno y en el equipo, etc.
Toni Bosch (ex gerente de la Cooperativa del Camp), ha sido el experto encargado de trasladar los conocimientos técnicos y de explicar el funcionamiento del campo y la importancia que tiene en nuestro día a día. Unas sesiones pensadas para la concienciación y la defensa del entorno rural, aprender de las diferentes instalaciones de cultivo de frutas, verduras, viñedos y olivos. Además, se hace una muestra de cómo conservar los alimentos y elaboración de derivados lácteos.
Por esta colaboración, ha suscrito un contrato como persona voluntaria de la Fundación. A su vez, y con el fin de contextualizar en el propio terreno los contenidos sobre el campo de la isla y sobre las actividades productivas que se derivan, se han programado también una serie de visitas didácticas a diversas fincas: Sa Cooperativa del Campo, Es Barranco de Algendar, Santo Domingo, Puente Modorro, Torralba y Torralbenc.
"Los alumnos han descubierto un mundo que ellos encontraban en la estantería del mercado pero no sabían casi nada. Durante el curso han vivido de cerca la agricultura han participado mucho y han aprendido muchas cosas útiles para su futuro(...) sobre todo el respeto al medio ambiente y al mundo rural, han mostrado más interés de lo que yo había previsto".
Por último, con el módulo de prácticas, el alumnado puede ejercitar y aprender el oficio de peón agrícola o de huerta para culminar en una contratación laboral posterior. Gracias a la colaboración de: Verduras Gener, Torralba, Es Barranc, Binifadet y la finca de árboles frutales Gustavo Blanco, que han acogido a los alumnos para realizar estas prácticas; aportando sus instalaciones y terrenos ya una persona experta para hacer de tutor y guía que les facilitara este aprendizaje.
Desde el Área de Inserción Laboral de la Fundación y en el marco del Programa Incorpora, se ha pretendido ampliar la red de empresas colaboradoras del sector agrícola; ámbito con el que hasta ahora se había tenido alguna experiencia puntual a nivel de prácticas y de inserción socioasistencial; contribuyendo así por un mayor acercamiento con el campo de la isla y abriendo posibilidades laborales a las personas con discapacidad que han participado.
Una formación que ha incorporado contenidos de las diferentes vertientes del campo: desde la más ganadera, pasando por la huerta y frutales a otras experiencias transformadoras del entorno ambiental, a través del mundo viticultor y el mundo del aceite y de la aceituna.
Una experiencia muy bien valorada por el alumnado, quien ha destacado que trabajar en el campo, convivir con la naturaleza, es una profesión incluso terapéutica para según qué tipos de discapacidades.
Nos lo comenta Alejandro Pump: "Conocer el trabajo en las viñas me ha impresionado, la forma de trabajar. Porque no, me vería en un futuro trabajando allí"
El ciclo formativo reúne a un total de 8 personas con discapacidad de distintos puntos de la isla.
Responde al aumento de la demanda de formación y entrenamiento prelaboral de un grupo de usuarios de ponente