Miquel Seguí Prats, de pequeño, contrajo la poliomielitis, una enfermedad que le dejó secuelas importantes. Sus padres, en un gesto de protección y profunda estimación hacia su hijo, no escatimaron en medios para proporcionarle una titulación superior y un negocio propio.
Construida entre 1907 y 1908, en 1909 Miquel Seguí abre las puertas de la que por diversas circunstancias, finalmente sería conocida como la Farmacia Llabrés, hasta su cierre definitivo en 1985.
1886. Joana Pons Juan, propietaria del inmueble, dejaba su patrimonio a los necesitados y a la Iglesia. Josep Febrer Allès, canónigo de la Catedral de Menorca, fue nombrado manumisor y, como responsable de llevar a la práctica la última voluntad de la difunta, debía destinar los beneficios derivados del alquiler o la venta del inmueble, a partes iguales, en el Hospital Municipal de Ciutadella y en la celebración de misas
1896. El padre de Miquel Seguí compra el inmueble de la calle de Ses Voltes. En enero de 1909 se inaugura la Farmacia Seguí, y en 1918 el boticario muere víctima de la gripe española, posiblemente a causa de las personas que atiende. La hereda su hermano, Bartomeu Seguí.
1925. Adquirida por el farmacéutico Gabriel Martí Bella, y un año después la vende a Catalina Llabrés Piris, la señora Nina, primera mujer farmacéutica de Menorca, quien fue titular hasta que murió en 1981.
1983. En manos de su hijo, Joan Ignacio Balada, cierra sus puertas. Permanece cerrada y poco a poco se va deteriorando.
Durante las décadas de 1990 y 2000, el local de la planta baja y el resto del edificio quedaron en desuso. Dado el estado de abandono en el que se encontraba la farmacia y las noticias que circularon sobre el desmantelamiento y la salida de Ciutadella de su mobiliario y de los elementos decorativos, en 2007, la Sociedad Histórica Arqueológica Martí Bella, inició las gestiones para solicitar a las administraciones la protección de la emblemática boticaria.
2009. Los elementos modernistas de la farmacia fueron declarados bien catalogados por el Consell Insular de Menorca.
2009. Joan Ignasi Balada muere y deja todo su patrimonio, en Sus Altezas Reales Príncipes de Asturias, hoy Su Majestad, el Rey Don Felipe VI y Su Majestad la Reina, Doña Letizia Ortiz Rocasolano, ya los nietos de los reyes eméritos. Una cláusula del testamento dice que en caso de renuncia la fortuna pasará al estado de Israel.
2010. Se creó la Fundación Hesperia, propietaria del inmueble, con el objetivo de gestionar este legado, estudiar y apoyar a la institución monárquica y fomentar proyectos de carácter social y cultural, entre otros.
2014. La Fundación Hesperia cede el uso de las dependencias a la Fundación para Personas con Discapacidad Isla de Menorca.
RESTAURACIÓN. Entre 2016 y 2020 la Fundación Hesperia llevar a cabo un largo proceso de rehabilitación del inmueble y la Fundación para personas con discapacidad asume la restauración del mobiliario y elementos.
El Consell Insular hace una aportación a su recuperación de 80.000 euros, y la Fundación Hesperia de 30.000.
2021. La pandemia retrasa su puesta en funcionamiento, Fundación prioriza la atención y la protección sanitaria de las personas, de sus centros y servicios.
2022. Inauguración y reapertura.
La Farmacia Llabrés es el principal referente ya la vez uno de los pocos testigos que quedan del modernismo en Menorca.
Las vidrieras de lo que había sido el laboratorio de la farmacia son la pieza más valiosa de un conjunto de muebles y elementos decorativos catalogados por su valor patrimonial.