DÍA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRA LA DEPRESIÓN

13/01/2024
Prevalencia

El marzo del 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunciaba que el 3,8% de la población experimenta depresión, incluido el 5% de los adultos. Así mismo, se estima que la depresión afecta 280 millones de personas en el mundo.

Del mismo modo, se cree que la depresión es un 50% más frecuente en mujeres que con hombres.

En cuanto a España, el Ministerio de Sanidad informaba al 2020 que el número de personas que sufrían un trastorno depresivo era el 4,1% de la población española, un 5,9% en mujeres y un 2,3% en hombres. También se vio que el número de personas que la sufrían aumentaba de forma progresiva a medida que aumentaba la edad.

Finalmente, el reciente estudio “La salud mental de la población adolescente de Menorca. Impacto de la postpandemia por Covid-19”, promovido por el Instituto Menorquín de Estudios (IME), con la colaboración del Observatorio Socioambiental de Menorca (OBSAM), pose de relevo que el 11,2% de los jóvenes estudiantes de Menorca (de entre 12 y 18 años), sufre un trastorno depresivo, sin diferencias significativas entre sexos. Esto hay que sumar que el suicidio es la primera causa de muerto no natural en jóvenes y adolescentes entre los 12 y 29 años.

Descripción de la sintomatología

Los síntomas de la depresión pueden variar mucho de una persona a la otra. No todos los pacientes tienen los mismos síntomas ni estos se manifiestan con la misma intensidad:

- Reducción de la autoestima o de la autovaloración personal.

- Incapacitado para disfrutar de los intereses habituales.

- Sensación de insatisfacción, desaliento, desamparo y abatimiento.

- Reducción de motivaciones con tendencia a la reducción de actividades.

- Reducción en la capacidad de concentración.

- Pensamientos pesimistas como el de incurabilidad y desesperanza.

- Pensamientos relacionados con la muerte.

- Pensamientos repetitivos.

- Aumento de la irritabilidad.

- Cambios bruscos de humor o tendencia al llanto fácil.

- Cambios en el hambre y el peso. Es frecuente perder el hambre a pesar de que a veces sucede el contrario, aumento del hambre o ingesta compulsiva como forma de reducir la ansiedad.

- Insomnio.

- Síntomas físicos: dolor de cabeza, molestias digestivas, etc.

- Ansiedad: inquietud, temor, etc.

A consecuencia de este conjunto de síntomas, la persona con depresión tiende a la apatía, a la reducción de la actividad social y a la evitación o aplazamiento de la toma de decisiones.
 

Causas

La depresión es el resultado de interacciones entre diferentes factores, que pueden ser sociales, psicológicos y biológicos. También, hay algunas personas que han pasado por circunstancias difíciles (por ejemplo, paro, luto, acontecimientos traumáticos, entre otros) y estas tienen más probabilidades de sufrir depresión. En general, es difícil determinar un solo factor que cause la depresión y generalmente suelen ser una conjunción de variables. El que es muy cierto, es que la depresión puede tener un gran impacto en la vida de la persona y que puede causar otros problemas de salud.

Intervención

Actualmente, hay diferentes intervenciones para la depresión y las que suelen dar más resultados son las intervenciones farmacológicas (intermediando antidepresivos) y las psicológicas (psicoterapia). En muchos casos, puede ser necesario realizar un tratamiento que combine las dos alternativas mencionadas. El más importante es que cuando una persona empieza a sentirse mal, pida ayuda y cuanto antes mejor.

¿Qué puedo hacer si soy un familiar o amigo de una persona que sufre depresión?

A veces, ayudar a una persona con depresión puede ser difícil. Aprovechamos para describir algunas pautas que pueden ser de ayuda:

• Hay que reconocer que la persona sufre un problema de salud mental. Nadie escoge tener una depresión, es importante validar que la persona se sienta así y mostrarse dispuesto a escuchar.
• Animar a la persona a pedir ayuda profesional.
• Apoyar a todas las iniciativas hacia la mejora y reforzar los pequeños adelantos conseguidos. Por una persona sin depresión pueden parecer poco significativos, pero es todo un reto por las personas que no se sienten bastante bien.
• Mostrarse abierto y disponible para escuchar y ayudar cuando lo necesite. No se espera que usted solucione los problemas de su familiar, la simple comprensión puede ser muy terapéutica.

Suicidio

La Organización Mundial de la Salud estima que en el mundo, una persona intenta morir cada 3 según, y cada 40 según se consuma un suicidio. Actualmente, el suicidio es la primera causa de muerte violenta, por ante los homicidios y los conflictos de guerra juntos.

En el 90% de los casos se estima que la persona presentaba algún trastorno mental. Concretamente, las personas afectadas de una depresión mayor presentan una probabilidad de riesgo suicida 20 veces superior ante la población general.

Según el Observatorio del Suicidio en España, durante el 2022 se produjeron 4097 suicidios, 3 de cada 4 eran hombres (74%) y 1 de cada 3 eran mujeres (26%), el que supone una media de 11, 6 suicidios en el día.

→ Mitos sobre el suicidio

- “Quien se suicida quiere morir”. No es verdad: nadie quiere morir, y quitarse su vida mucho menos, el que quiere es dejar de sufrir. No es que no quiera vivir, es que no puede vivir así. Nadie que es feliz se suicida. Se tiene que paliar este sufrimiento y ayudarlo a recuperar el deseo de vivir.

- “Hablar del suicidio, incita a hacerlo”: falso. Abordado de manera adecuada, se puede facilitar la superación de ideas suicidas. Hablar es prevenir.

- “Quién lo hace no lo dice y quien lo dice no lo acaba haciendo”: No. Muchos suicidios se cometen después de señales de alerta, que nunca se tienen que subestimar. Ningún intento tiene que valorarse como una gritada de atención sino como una petición de ayuda.

→ 5 estrategias contra el suicidio

- El suicidio se puede prevenir, como los accidentes de tráfico y homicidios. Solo hacen falta políticas y programas de prevención específicos y sobre todo medianos para ponerlos a término.
- incidir en la población mayor y adolescentes.

- Se tiene que proporcionar pautas prácticas de actuación a educadores, familiar, cuidadores y profesionales sanitarios.

- Son necesarios más recursos de atención para personas en riesgo y sus familiares.
- Tenemos que poder difundir información verídica, científica, disminuyendo el aspecto oscuro y estigma asociado históricamente al suicidio. Hablar adecuadamente sobre el suicidio como problema de salud pública en los medios de comunicación ayuda a prevenirlo.

→ Si tienes pensamientos suicidas, ten en cuenta esta información:

- No estás solo, búsqueda un amigo, familiar o cualquier profesional de referencia y traslada tus inquietudes. No mantengas en secreto tus pensamientos sobre el suicidio.

- Busca la compañía de alguien que te aprecie y con el que te sientas a gusto.

- Normalmente, los pensamientos de suicidio están relacionados con problemas que se pueden resolver. Que ahora mismo no se te ocurra ninguna solución, no significa que no haya, sino que ahora mismo no eres capaz de verlas.

- Pide ayuda profesional, los tratamientos psicoterapéuticos están específicamente diseñados para ayudarte a gestionar estas emociones y pensamientos y valorar opciones adecuadas para mejorar tu situación.

- Recuerda que no es bueno actuar de forma impulsiva, aunque el problema que voces ahora sea muy grave, con la ayuda adecuada, puede cambiar tu perspectiva.
- Piensa en las cosas que te han sostenido en los momentos difíciles, tu familia, tus amigos, tus aficiones, tus mascotas, tus proyectos de futuro, etc.

- Recuerda todas las veces que has conseguido salir otros problemas. Si lo has superado otras veces, ¿por qué no podrías conseguirlo esta?

- Si necesitas ayuda urgentemente, es muy importante que truques a algunos de los siguientes teléfonos o emprendas alguna de las siguientes acciones:

- Llamar al 024, teléfono para la atención de la conducta suicida.

- Teléfono de la esperanza 902 500 002 / 717 003 717.

- Llamar al 112.

- Ir al servicio de urgencias del centro de salud u hospital más próximo. Allá podrás encontrar personas que te ayudarán a afrontar esta situación.

→ ¿Qué puedo hacer si viene un familiar y amigo y me explica que quiere suicidarse?

A veces, las personas que sufren depresión ven tan difícil poder superar sus problemas que piensan a poner fin en su vida. Aunque cada caso es un mundo, hay una serie de pautas que pueden usar para tratar de ayudar a una persona que tiene pensamientos o planes para poner fin en su vida.

→ Cuando una persona nos comunica que ha pensado a suicidarse:

- Pedir y hablar abiertamente del suicidio (se ha comprobado que hablarlo reduce la probabilidad de suicidarse).

- Escuchar, comprender las razones que tiene para querer morir.

- Hacer entender a la persona que entendemos el que siente y todo el que está sufriendo, aunque no estemos de acuerdo con el hecho que se quiera suicidar.

- Intentar centrarnos en el sufrimiento que sufre y comprender el porqué de los pensamientos suicidas (“entiendo que con todo este sufrimiento, pienses con el suicidio”).

- Acompaña durante todo el proceso y mostrarse siempre abierto a hablar del tema.